Los combustibles fósiles son
fuentes de energía que han estado presentes en la tierra desde hace millones de
años. Se formaron a partir del proceso natural de descomposición anaeróbica de
organismos muertos y enterrados.
Existen tres tipos de
combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas natural. Según la Agencia de
Protección Ambiental, el 86% del consumo mundial de energía proviene de dichas
fuentes.
Dichos combustibles son fuente
de energía básica en el sector industrial. Tienen aplicaciones en la industria
del transporte porque proveen energía a los autos, aviones y barcos para
moverse, en la industria energética debido a su uso como recurso que genera
electricidad y hasta en la industria cosmética, porque algunos productos como
cremas, jabones, perfumes y otros cosméticos contienen algún derivado de
combustibles fósiles. El petróleo puede convertirse en fertilizantes, en ropa,
en cepillos de dientes y en gasolina. Son también útiles en empresas y hogares
para cocinar y como fuente de energía para la calefacción. Cabe resaltar que,
abunda y es de fácil accesibilidad a las reservas, por lo que las plantas de
energía eléctrica pueden proveer una gran cantidad de electricidad para todo el
mundo además de que proporcionan bastante
energía a un costo relativamente bajo, y su transporte es factible.
Por otra parte, preocupa su condición no
renovable, pues aunque sí se renuevan de forma natural, es por medio de un
proceso que tarda millones de años.
Bibliografia : http://elmedioambiente962.blogspot.com/
Bibliografia : http://airenuevobogota.wordpress.com/2013/10/20/una-noticia-sin-novedad/
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Ahora bien, Cuando se
queman, los combustibles fósiles liberan a la atmósfera altos niveles de
dióxido de carbono, que es uno de los principales factores que conducen a la
contaminación del aire porque produce productos de desecho debido a las
impurezas presentes en el combustible, como el dióxido de azufre, dióxido de
nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, el resultado de esto es la lluvia ácida, que se forma cuando la humedad en el aire se combina con óxido de
nitrógeno, dióxido y trióxido de azufre en interacción con el agua; el esmog,
que se forma cuando varios compuestos orgánicos y dióxido de nitrógeno
interactúan con la luz del sol y el calor y el hollín que se forma a partir de
pequeñas partículas de nitrógeno y dióxido de azufre e inhalables con
facilidad. Afectan al cambio climático,
ya que contribuye a la acumulación de gases de efecto invernadero; las
consecuencias son la reducción de la capa de ozono, amenazando la salud humana,
la vegetación y el ecosistema marino,
así mismo produce temperaturas
más cálidas. Finalmente afecta los recursos hídricos contaminados por la lluvia
ácida debido a que tiene una amplia gama de efectos adversos en los seres
humanos y el medio ambiente.